Las Empresas Latinoamericanas y el Reto de la Sostenibilidad

Christian Urazán, Clase de 1993

El invitado especial de la ceremonia Honor Society del Colegio Bolívar en el año escolar 2021-2022 fue Christian Urazán, exalumno, Clase del 93, quien ha dedicado parte de su ejercicio profesional a que las empresas generen valor como Desarrolladoras de Ecosistemas de Economía Circular en Latinoamérica.

Fue un honor para los estudiantes y la Comunidad Bolívar, en general, contar con su presencia en el evento, en el cual se destacaron las cualidades de: Servicio, Liderazgo, Civismo, Carácter y Dedicación al Estudio de los estudiantes del Colegio.

Christian es Ingeniero Industrial de la Universidad de los Andes, con maestría en Administración de Empresas de Haas School of Business, Berkeley, California y está convencido que hay que hacer algo distinto para que la industria siga creciendo, pero la gente no sabe cómo hacerlo. “Encontré una oportunidad de negocio en esa situación y me he enfocado en dos frentes: la canalización de capital, a través del Fondo Circulate Capital de Singapur, que está llegando a Latinoamérica para ayudar a las empresas a establecer un modelo de producción y consumo más sostenible, buscando que las materias primas se mantengan más tiempo en los ciclos productivos y la consultoría para las empresas en crecimiento con necesidades operativas”.

En esta entrevista, comparte su forma de ver el futuro ambiental del planeta y los retos que deben asumir las empresas de Latinoamérica para apostarle a la sostenibilidad y nos explica el nuevo enfoque del desarrollo productivo que plantea la economía circular.

Háblenos de la economía circular …

La economía circular apunta a que todos los plásticos pequeños que hoy terminan en vertederos vuelvan al sistema, sin embargo, no es fácil, porque hay plásticos que no están diseñados para eso. Por ejemplo, los empaques doypack.

Creo que todas las industrias van a estar sujetas a pasar del modelo lineal al circular, pero cada una a diferente velocidad, ya que hay unas industrias más presionadas a hacerlo.

En la economía circular no hay desechos, todo lo que en un proceso sobra es el insumo para otro proceso. Viene desde los materiales y el diseño del artículo que deben pensarse para que sean reutilizables, eso es el ecodiseño.

Las botellas de coca cola son un claro ejemplo de economía circular, porque son utilizadas y reutilizadas, a través de procesos que la convierten nuevamente en una botella.

¿Y qué pasará con los plásticos?

Los plásticos son necesarios, el mundo no puede vivir sin ellos. Lo que sucede es que cuándo los crearon no pensaron en qué tan amigables serían con el medio ambiente. El plástico es el material que permite que los alimentos se conserven más. Ahora se ha convertido en la nueva industria mala, porque todo el mundo lo utiliza y es muy visible.

Cuéntenos de su trabajo en relación a la economía circular …

Actualmente, estoy terminando de escribir la estrategia de inversión para Latinoamérica del Fondo Circulate Capital, que es un fondo con sede en Singapur que opera en el sureste asiático. Sus inversionistas son las grandes compañías de consumo masivo Coca Cola, Unilever, Pepsico y P & G. Su finalidad es apoyar el desarrollo de las empresas en torno a la economía circular.

El trabajo que se está haciendo en Asia lo queremos replicar en Latam. Yo le ayudo al fondo a convencer a las grandes multinacionales, a diseñar la estrategia, y a lograr y asegurar la inversión para que se ejecute de la forma como se espera.

Durante dos años estudiamos la región, para entender cuál era el estado del ecosistema de la economía circular del plástico en toda Latam, desde México hasta Chile. La conclusión es que en general, el momento está dado para atraer capital a invertir en este sector, que está en ebullición. Hay un entendimiento de que es un tema relevante, tanto para los gobiernos como para los consumidores.

Actualmente, no hay un desarrollo en la logística inversa, es decir, todo el plástico llega al vertedero. El reto es cómo se selecciona y lo traigo de vuelta, eso hace falta en Latam. No hay infraestructura de selección y de recolección en la fuente, y la que hay, es muy manual e informal. El sector informal es muy importante, con muchas oportunidades de mejora, y será un actor relevante en el desarrollo de la logística inversa.

Finalmente, están las leyes enfocadas al tema. En nuestro país hay dos actualmente: la Ley de plásticos de un solo uso y la Ley de responsabilidad extendida al productor, Rep, en la que garantiza que la empresa es la responsable de todo lo que vendió, desde lo que se consume, hasta los empaques y qué se hace con ellos. Esta ley dice que el 10 % de los empaques tienen que reconvertirse y en el año 2030 será el 30%. Estas leyes hacen que el sector se dinamice.

Christian dice que hay otros empaques como los multilaminados flexibles, conocidos como los doypack, que tienen un mínimo de dos materiales y para los cuales no hay cadena de reciclaje. Estos son materiales menos costosos y por ello hoy los utiliza la industria en múltiples productos. Pero, nuevamente, es necesario pensar de manera circular o lo que se llama ciclo de vida. Es pensar de qué está hecho y desagregar los distintos materiales para poderlos transformar, esto es un imperativo para seguir protegiendo nuestro planeta, concluye.

Registro fotográfico Ceremonia de Sociedad de Honor 2021